Por Lewis Forest — Lewis Te Cuenta

Barranquilla no deja de sorprenderme. Cada tanto, surge un nuevo rincón que rompe con la idea tradicional de ciudad y nos propone otra forma de habitar el entorno. Esta vez, la sorpresa vino de la mano de JessLuix, una encantadora pareja de creadores de contenido que me invitó a conocer Ciudad Mallorquín, un nuevo desarrollo urbano que empieza a tomar forma en el corazón del Caribe colombiano.

Desde que llegué, lo supe: este no era un proyecto más. Lo sentí en sus calles, en la amplitud de los senderos peatonales, en la calma de sus parques y en los detalles que hablan de una ciudad pensada para las personas. Mallorquín se está construyendo con una visión de comunidad, de sostenibilidad y bienestar. Y eso, se nota.

Un recorrido con sorpresas

Caminé junto a mis anfitriones por calles limpias y organizadas, donde los edificios no solo se levantan con armonía, sino que parecen dialogar con el entorno natural que los rodea. Entre zonas verdes y andenes amplios, se respira un aire distinto. Es como si aquí, todo estuviera diseñado para que caminar no fuera solo un medio para llegar a algún lado, sino una experiencia en sí misma.

Una de las cosas que más me sorprendió fueron las canchas de tenis. Sí, leyeron bien: en medio de este espacio residencial hay canchas abiertas para practicar este deporte, algo que rara vez se ve en conjuntos nuevos en Colombia. Me pareció un lujo que apunta al bienestar de los habitantes, pero también a la inclusión del deporte como parte cotidiana de la vida.

Detalles que enamoran

El recorrido también me llevó a descubrir espacios que, en lo personal, me tocaron el corazón. Uno de ellos es un parque especial para perritos, con juegos, rutas y espacios delimitados para que nuestras mascotas disfruten con seguridad. Un detalle que parece pequeño, pero que dice mucho sobre la visión con la que se construye este lugar.

Y lo que terminó de conquistarme fue un pequeño pero significativo espacio: un punto de intercambio libre de libros. En una época donde todo es digital, encontrar un rincón dedicado a la lectura y a compartir libros entre vecinos me pareció simplemente alucinante. Es como rescatar el alma de la ciudad, ese deseo de encontrarnos con el otro más allá de una pantalla.

Un nuevo estilo de vida en Barranquilla

Ciudad Mallorquín no es solo un conjunto residencial; es un nuevo modelo de vida urbana. Es una apuesta por una Barranquilla más humana, más conectada con el entorno, donde el bienestar colectivo y los pequeños placeres del día a día vuelven a tener protagonismo.

Si están pensando en visitar nuevos espacios en la ciudad, si les gustan los proyectos innovadores y con alma, no duden en pasar por aquí. Yo me fui con el corazón lleno y la cámara cargada de momentos que me recuerdan que la ciudad también puede ser un lugar para respirar, compartir y soñar.

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