En el corazón esmeraldino de Boyacá se esconde un tesoro que no todos conocen: San Pablo de Borbur, un municipio vibrante, cargado de historia, leyendas y una belleza natural que deslumbra desde el primer instante.
✨ «Aquí, el verde no solo está en las montañas: también brilla en las entrañas de la tierra.»
Estuve allí y pude conocer la mítica Mina de Cuscuez, una mina que produce algunas de las esmeraldas más codiciadas del mundo por su intenso color verde y su pureza sin igual.
No es exageración: los expertos la consideran una de las fuentes más valiosas del planeta. Pero este lugar es más que piedras preciosas: es la calidez de su gente, la fuerza de sus tradiciones y el esplendor de su geografía.
💚 San Pablo vibra entre la minería y la ganadería, y su gente —trabajadora, amable y orgullosa— hace que uno se sienta en casa. Las mañanas son un espectáculo: las montañas se visten de niebla, y poco a poco, como un telón que se abre, se revela un paisaje verde en mil tonalidades.
💙 «Entre leyendas, mariposas azules y esmeraldas eternas, este rincón de Boyacá guarda el alma de Colombia.»
Tuve el honor de conversar con el alcalde, quien me compartió la leyenda de Fura y Tena, un relato ancestral que explica el nacimiento de las mariposas azules que revolotean por el municipio y el origen espiritual de estas joyas verdes que han dado fama mundial a Boyacá, Las Esmeraldas.
🌄 «Cada mañana en San Pablo es un poema: las nubes se abren como cortinas para revelar un paisaje de mil verdes.»
En mi recorrido visité la iglesia principal, una joya arquitectónica que ha resistido el paso del tiempo. Sus acabados antiguos y su techo majestuoso hablan de una historia viva que se respira en cada rincón del pueblo.
🌄 San Pablo de Borbur no solo brilla por lo que hay bajo tierra. Sobre ella, se extiende un paraíso que espera ser descubierto.