En mi más reciente travesía, me fui para el corazón de la capital colombiana, Bogotá, y me dejé sorprender por uno de esos lugares que parecen detenidos en el tiempo: el Mercado de Pulgas de San Alejo, ubicado en la Carrera 7 No. 24-70, justo en el centro histórico. Este no es cualquier mercado: ¡es el más grande de su tipo en toda Colombia!
También conocido como pulguero, mercadillo o incluso como tianguis —como se le dice en México—, este sitio congrega desde hace más de 30 años a apasionados por lo retro, anticuarios, artistas, turistas, coleccionistas, curiosos y todo aquel que quiera perderse entre objetos llenos de historia.
Un paseo por el pasado
Caminar por los más de 330 locales y carpas del Mercado San Alejo es como abrir un baúl del recuerdo. De hecho, su nombre hace alusión al tradicional “cuarto de San Alejo”, ese espacio en las casas colombianas donde se guardan las cosas viejas… pero que nadie se atreve a botar. Y es que en este mercado, nada se desecha, todo se transforma en memoria.
Desde vitrolas, baúles, porcelanas, radios antiguos, teléfonos, ropa vintage y cámaras fotográficas hasta equipos tecnológicos que ya no se fabrican, lo que aquí se vende es más que cachivaches: ¡es patrimonio cultural vivo! No por nada el Concejo Distrital reconoció en 2005 a esta actividad como actividad patrimonial y de interés cultural.
El legado de la Foto Agüita
Entre tantas cosas maravillosas, una historia me tocó el corazón: conocí a Harold Sosa, un fotógrafo que conserva viva la técnica de la Foto Agüita, con una cámara heredada de su abuelo que data de 1920. Esta forma artesanal de hacer retratos en blanco y negro sigue viva gracias a él. Me emocioné tanto que me tomé una foto junto a mi hija… ¡y quedó fantástica! Una experiencia única que no se vive en ningún centro comercial.
Un plan perfecto para domingos y festivos
El mercado abre todos los domingos y festivos, de 9:00 a.m. a 5:30 p.m., y llega a recibir hasta 40.000 visitantes en un solo día. Así que si estás en Bogotá, no lo pienses dos veces: este es uno de esos planes que te conectan con el alma de la ciudad.
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