🎙️ Del corito celestial al rugido del Romelio

Hoy caminé la calle 74 desde el legendario estadio Romelio Martínez, ese templo del fútbol que tantas alegrías le dio al Junior y que aún guarda los ecos de viejas gestas deportivas. No pude evitar pensar en Édgar Perea, esa voz que no solo narraba partidos, sino que emocionaba a toda una ciudad. Perea no era solo narrador: era ídolo, amuleto, espectáculo… ¿Quién no vibró con su “corito celestial”? Aquel estadio, al igual que su voz, quedó tatuado en la memoria colectiva de los barranquilleros.

🕺 La Troja: más que un bar, un altar a la salsa

Seguí caminando y la música me llevó directo a La Troja, ese rincón mágico que no necesita presentación. Patrimonio cultural y musical de Barranquilla, La Troja no es solo un bar: es historia viva, es templo salsero, es encuentro entre generaciones. Con más de 50 años de historia, este sitio ha resistido el paso del tiempo y ha preservado el alma de la rumba barranquillera. Desde sus inicios, cuando era solo una construcción modesta de caña guadua, hasta hoy, La Troja sigue siendo el corazón que late al ritmo de la clave y el guaguancó. 🎶

🍹 Sabor Caribe 24/7: Frutera Los Compadres

La gastronomía también tiene su espacio sagrado en esta calle. La Frutera Los Compadres es una parada obligada para los que andan de rumba, pero también para los nostálgicos del sabor. Entré al local y, aunque de frutera solo tiene los jugos, lo que realmente se roba el show son los fritos típicos del Caribe: carimañolas, empanadas, arepas de huevo y demás delicias que evocan esa Barranquilla antigua y sabrosa. Eso sí, los jugos son una maravilla natural que refresca cuerpo y alma. Y lo mejor: ¡abren las 24 horas! 🌙🥤

🏡 Casas con alma y fachadas que cuentan historias

En este recorrido también me dejé seducir por la arquitectura. Muchas casas antiguas aún se mantienen firmes, desbordando encanto, con detalles que hoy parecen imposibles de replicar. Sus ventanas, sus columnas, sus colores, son testimonio de una Barranquilla que resiste y embellece. Caminar por aquí es como hojear un álbum de fotos antiguo, lleno de nostalgia y elegancia. 🧱✨

🥢 La Terraza del Dragón: sabor oriental con historia

Casi al final del recorrido, me encontré con un clásico: La Terraza del Dragón, un restaurante chino que guarda su propio lugar en el corazón de los barranquilleros. Ahí probé uno de los arroces chinos más deliciosos que recuerdo, siempre acompañado de esos tallarines fritos que eran mi debilidad. Este lugar me llevó de vuelta a mis primeros años en la ciudad, cuando todo era nuevo, y cada sabor tenía un significado especial. 🐉🍜

🌴 Naturaleza respetada: una palmera que venció al cemento

Un detalle me hizo sonreír: en una de las esquinas de esta calle, noté cómo una gran palmera fue respetada por los constructores. En lugar de talarla, decidieron incorporarla al diseño del edificio. Ese gesto, aunque pequeño, dice mucho: habla de respeto, de conciencia, de armonía entre la ciudad y la naturaleza. ¡Aplausos de pie para los dueños del predio! 👏🌴


📍La calle 74, más que una vía, un viaje por la historia barranquillera

La calle 74 no es solo una arteria de Barranquilla: es una línea de tiempo que conecta pasado, presente y futuro. Es fútbol, música, comida, arquitectura, nostalgia y vida. Un lugar que vibra con la esencia de esta ciudad maravillosa.


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