🌈 Getsemaní: El barrio donde el arte y la historia se abrazan

Caminar por Getsemaní es mucho más que una visita turística. Es una experiencia que sacude la memoria, que toca el alma y que nos invita a detenernos para escuchar lo que sus calles tienen por contar. Hoy recorrí uno de los barrios más turísticos de Cartagena, pero también uno de los más profundos, de esos que cargan historia en cada muro y en cada piedra.


⚓ Cuando se cerraban las murallas…

Detrás de las postales coloridas, Getsemaní guarda un pasado que duele. En la época colonial, cuando las murallas de Cartagena se cerraban para proteger a los más privilegiados, los esclavos y jornaleros quedaban por fuera, buscándose la vida entre tabernas y estancias improvisadas. Fue en esas afueras donde nació Getsemaní, como un refugio de resistencia y dignidad. Y es que cada calle de este barrio respira libertad, esa que se luchó con sangre, coraje y tambores.


🌺 Balcones que cuentan historias

Hay algo mágico en los balcones de Getsemaní. Colgados sobre las calles como si flotaran, estos balcones de madera pintados en colores vivos parecen abrazar la ciudad con flores, banderas y cortinas que bailan con la brisa. No son solo adornos: son testigos silenciosos de siglos de historia. Desde allí, generaciones han visto pasar procesiones, revoluciones y carnavales. Y aún hoy, siguen siendo el alma viva de un barrio que no se cansa de contar su historia con cada pincelada de color.

🎨 Galerías al aire libre, talento sin fronteras

 

El arte aquí no vive entre vitrinas, sino sobre las paredes. Murales vibrantes, retratos de rostros anónimos, colores que no piden permiso. Lo que ves caminando por Getsemaní podría estar en las mejores galerías del mundo, pero está aquí, al alcance de todos. Pinturas de artistas locales se rematan a precios que no le hacen justicia a su belleza… pero que permiten que el arte siga latiendo en este rincón bohemio y rebelde de Cartagena.


🌍 Un cruce de culturas, sabores y sonrisas

Lo confieso: nunca vi tantos extranjeros en un mismo lugar. Y no es para menos. Getsemaní es una fiesta de sabores y culturas. En una misma calle puedes encontrar comida asiática, francesa, italiana y, por supuesto, la criolla que tanto nos enorgullece. La música fluye, la gente baila, y el barrio entero parece una celebración constante. Pero no olvidemos que debajo de ese ritmo alegre, hay una historia que exige ser contada.


🖤 Herencia afro, memoria viva

En Getsemaní se escuchó uno de los primeros gritos de libertad. Aunque Palenque fue el primer pueblo libre de América, muchos de esos hombres y mujeres recién liberados se asentaron aquí, haciendo de la población negra una parte fundamental del alma del barrio. Aún hoy, sus descendientes cuidan estas calles con orgullo, preservando tradiciones, saberes y ritmos que resisten al paso del tiempo.


Este es Getsemaní… un barrio que es arte, historia y libertad. Un lugar que hay que caminar sin afán y con el corazón abierto.

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